La Negra
Otro Domingo, una excursión, un ratico inolvidable… Hoy el sol resplandece, no hace nada de frío, estoy feliz…
Ya tengo ganas de empezar a recorrer los desconocidos caminos de las preciosas Bardenas. Esta vez nos adentramos en la denominada Bardena Negra, debido a su abundante población de pinos, sabinas, robles… que de lejos se tornan negros…
Empezamos recorriendo un adusto barranco, lleno de vegetación, tiene curiosas formaciones de tierra por la erosión del viento y del agua, nos encantan estas estructuras tan originales… parecen esculturas “chirigotescas”…
Otro Domingo, una excursión, un ratico inolvidable… Hoy el sol resplandece, no hace nada de frío, estoy feliz…
Ya tengo ganas de empezar a recorrer los desconocidos caminos de las preciosas Bardenas. Esta vez nos adentramos en la denominada Bardena Negra, debido a su abundante población de pinos, sabinas, robles… que de lejos se tornan negros…
Empezamos recorriendo un adusto barranco, lleno de vegetación, tiene curiosas formaciones de tierra por la erosión del viento y del agua, nos encantan estas estructuras tan originales… parecen esculturas “chirigotescas”…
Seguimos andando y nuestros ojos reparan en una pequeña balsa que tiene el nombre de “Capuchinos”, conforme nos acercamos empezamos a oír los zambullidos de las ranas…
La senda transcurre por la margen derecha del barranco de Capuchinos… El paisaje es muy hermoso, esta lleno de color… parece mentira que estemos en las Bardenas...
Nos vamos guiando con un libro muy bonito e interesante llamado: “La Bardena de Aragón: Recorrido Natural por el sendero de la Negra” de Felix Compaired y varios autores… Lo ha realizado el I.E.S Reyes Católicos de Ejea de los Caballeros, esta muy bien explicado y durante el recorrido va indicando distintas paradas… Siguiendo su plano y explicaciones llegamos a la Plana de las Cazuelas, nuestra mirada se entristece al contemplar un abandonado campo, ahora invadido por cardos… con lo bonito y alegre que sería encontrar un bosque de pinos...
Seguidamente caminamos por una pista y tras pasar la Facera de Capuchinos caracterizada por sus pequeñas plantas, que se emplea para alimentar el ganado, nos internamos por una preciosa senda, como vamos por la cara norte, hay mucha humedad y sombra, lo que permite la supervivencia del musgo, el madroño, pinos… todo esta muy verde, me encanta.
Poco a poco descubrimos la Ralla del Madrollar, este nombre se debe a la cantidad de madroños que decoran este paraje… La raya esta formada por distintos estratos calizos y arcillosos de tonos grisáceos… Nos llama la atención su belleza…
Tras contemplarla unos instantes y grabarla en nuestra memoria, seguimos ascendiendo hasta llegar a la “Plana” y poco después a su punto más alto llamado La Punta de la Negra que tiene seiscientos cincuenta metros de altitud… Es un entorno muy bonito, con grandes pinos, sotobosque y el suelo teñido de verde…
Hacemos la típica foto del vértice geodésico y jugamos a perdernos y pasear por la inmensa llanura que llaman “La Plana de la Negra”… hacía el sur nos encontramos con la bonita vista, entre neblinas, del conocido Moncayo, nos separa de él toda la ribera del Ebro. Al norte divisamos todo el pirineo nevado y altivo, a nuestros pies las Bardenas y las Cinco Villas… lucha eterna entre el secano y el regadío.
Bajo unos centenarios pinos comemos y nos invade un inmenso ganado de ovejas y cabras… con los cuales intentamos “amigarnos”… pero ellos no están por la labor…
Y… en el próximo post os contaré de las muchas aventuras y placeres que aún nos quedan en la tarde de este Domingo…
Hasta pronto amigos!! ;)
