“Os voy a contar unos extraños sucesos que nos ocurren cuando ascendemos a esas queridas montañas que nos llaman desde las nubes….
La excursión comienza con ilusión y mucho equipo… dejamos el coche y tras evaluar las posibles necesidades en nuestra andada del día, con lo mas necesario partimos hacia las alturas…
Los bosques y las pistas civilizadas nos acompasan el ritmo de la respiración… pronto hace calor y alguien bebe unos sorbos de agua… el sol, si este día nos visita, guiña un rayo entre hojas o ramas según la estación… otras veces nubes como ejércitos invasores o muros de gris plomo nos acorralan y aíslan del universo…
Seguimos subiendo…
Una parada al final del bosque, unas fotos que luego veréis desde vuestros mundos como ventanitas hacia este que es el nuestro…
Alguno de nosotros, que ya ha superado la adaptación al esfuerzo, comienza desde el plano psicológico a deleitarnos con alguna historia o anécdota que nos disocia de la sed, del calor o de otras naturales sensaciones del esfuerzo… nos lleva por edades y paisajes que nos sorprenden… nos hace caer en otras circunstancias y en otras vivencias que comparte nos nosotros… nos descubre nuevos puntos de vista… nuevos mundo… comparte su tesoro y su saber vivido con nosotros… nos invade… nos conquista… nos seduce… nos emociona… hacemos camino con su vida…eso es la simpatía… eso es la amistad… eso es ir juntos en otro plano mas profundo… andando de su mano por sendas llenas de sus sentimientos y recuerdos… Atención: esta comenzando el segundo viaje…
Seguimos subiendo…
Poco a poco, árboles esbeltos han dejado paso a robustos troncos rastreros o arbustos… esqueletos que fueron gallardos… pastizales, flores de los prados, rocas, pequeños neveros y arroyos… parece que la vida discurre y se desliza hacia altitudes mas bajas, mas protegidas, mas amigables… Nosotros seguimos subiendo… las botas pesan mas, la mochila se aligera de alguna galleta o de otro sorbo de bebida… el sudor del valle se enfría en la espalda con la brisa cortante de las picudas sierras…
Al fin se ve, se pisa, se toca la cima, la cresta, la roca, la nieve… diminutas y tímidas flores de primavera o hielos sonrientes nos reciben…
Parece que todo lo bueno sale…Parece que todo lo malo se queda en el valle…Parece que la senda es un rito de limpieza, de elevación… de levitación psicológico…
Ese es el tercer viaje… dentro del viaje…
¿Te vienes?...
¡¡Hasta pronto querid@s amig@s!!
Gracias por vuestra agradable visita, me encantan vuestras simpáticas, dulces y cariñosas palabras…
Esta vez el premio es para mí querido amigo, Jorge. Gracias por tus bonitas palabras.
Aquí tenéis su comentario, espero que os guste:
“Bellos paisajes que reflejan el camino de miles de eras, habitan las antiguas montañas, aires antiguos y de historias se sienten en cada rincón de los antiguos bosques, y bellas flores recorren las sendas perdidas de las montañas, ahh se escucha bello el lugar pero mas bella la compañía, el soplar del viento, la brisa de la montaña, la fuerza de la roca antigua. Estare encerrado entre muros de hierro y metal, con los sueños de un viejo monstruo cansado de luchar, soñando con su vida perdida de aventuras, pero tus historias apaciguan a las fieras de todos que solo buscan libertad.
Gracias por los bellos recuerdos Eva, desearía caminar por los bosques nuevamente contigo al lado,
Zarpa”
12 comentarios:
precioso relato , es bonito sentir emociones así.
un beso
que bonito el relato de tu padre,me ha encantado leerlo,ahora entiendo mucho mejor como os sentis cuando haceis estas excursiones.
besos!
Querida Eva:
Como te he dicho en el comentario anterior… que ha llegado tarde… Estaré más atento a tu blog…que en este caso parece mío… ya que me has publicado “al pie de la letra”… gracias, una vez más, por valorar lo que te doy…
En este relato de nuestras sensaciones cimeras… puede que muchos, al leerlo, relacionen nuestro comportamiento con los seguidores de un equipo deportivo cuando gana un gran premio… o con los admiradores de un cantante que lo siguen y esperan en sus emocionantes conciertos… Me gustaría mas que nos vieran como a los bebes que ponen esas caras de felicidad cuando aparece su madre en su campo visual, y ríen y hacen mil movimientos casi compulsivos… O como esas parejas de amantes que se reciben en la estación o el aeropuerto… cuando hace meses que no se ven… y se abrazan… y se ríen… y lloran… Lo nuestro es como un reencuentro… con nuestro amor: LA MONTAÑA.
Javier Morera
¡Que post tan bonito¡
Es verdad que la ilusión es un factor importante a la hora de ponerse a caminar.
Se vencen las cuestas, las horas, las inclemencias del tiempo. Subimos y subimos
ajenos al cansancio y al tiempo, cada vez mas lejos del tumulto callejero y mas cerca
de las cimas que nos elevan mientras las nubes y el cielo nos acompañan.
Como muy bien describe papa nos invade una alegría llena de euforia…plenitud…
sensibilidad…éxtasis…que nos hace estar felices y encontrarnos “casi en el cielo”.
Con mucho cariño. Olga
Vaya texto, precioso precioso, muy bien descrito y muy realista. Mientras uno lo lee le vienen a la mente momentos en los que todo lo contado se va cumpliendo a medida que vas leyendo el relato. Que ganas de tener tiempo para revivir esos viajes a las montañas!!!
Waaaaala, que pasada de fotos!!! que envidia...yo tambien quiero ir a esas montañas. Tengo un viaje pendiente al Pirineos, espero no tardar mucho.
El relato impresionante Eva.
Un abrazo
Hola Isabel!!
Grcias, me alegro que te guste, es fascinante hacer una excursión a la montaña con personas tan encantadoras :)
Besos!
Hola Ryoga!!
Gracias!! a mi también me encantó, cuando culminamos una cima, nos invden muchos sentimientos bonitos... era dificil de explicar :)
Muchos besitos y animo!!
Hola papá!!
Yo siempre valoro tus regalos, no se merecen tantas gracias, gracias a ti por obsequiarme con un escrito tan bonito y sincero :)
Espero que sigamos visitando a nuestro amor ;)
Besitos!
Tu hija que te quiere.
Hola mamá!!
Que alegría verte por aqui ^^
Me agrada que te guste, si falta la ilusión, no se consigue nada... si, es increible, lo bien que nos sentimos en la alta cima, cerquita del cielo...
Besitos!
Tu hija que te adora.
Bienvenido Chencho!!
Me alegro que te guste este escrito :) espero que pronto tengas tiempo para revivir las emociones que te inavaden mientras subes la montaña...
Besos!
Hola Jairo!!
Gracias por tu visita, ya te echaba de menos ;)
Me alegro que te haya gustado... yo también quiero ir este verano al Pirineo... nos esperan buenas cimas...
Besos!
Publicar un comentario