lunes, 7 de enero de 2008

La Última del 2007

La Última del 2007

El domingo 30 de diciembre, a pesar del frío clima de estas fechas, nos animamos a salir de excursión, también por las cercanías de Zaragoza… por el pueblo de Remolinos, preguntamos a una señora si se puede visitar la Ermita del Cristo de la Cueva y nos indico el lugar donde se guardaba la llave para entrar… Que amabilidad!!, nos sorprendimos de que nos lo dijera sin conocernos… se lo agradecimos mucho. El camino hacía la Ermita era en cuesta y de vez en cuando había algún banco para tomar el sol…



Tras visitarla y ver lo bonita y cuidada que estaba, le devolvimos la llave a la amable señora y dimos una vuelta por el pueblo, visitamos la enorme iglesia parroquial donde están las pinturas del maestro Goya… Luego nos fuimos adentrando por el camino que lleva hasta las minas de sal… curiosas las casas-cueva que debieron suponer un recurso para la vida en estos parajes en otros tiempos…

Poco a poco vamos dirigiéndonos hacía el norte, dejando atrás el Ebro, sus meandros, sus arboledas y sus campos fértiles… por delante un paisaje más estepario, seco salitroso, con pocos árboles y los típicos arbustos de estos duros climas: romero, tomillo, esparto, retama, mil formas de espigas, aliagas y muchos pinchos…



nos recuerda a las películas del Lejano Oeste… y hasta contamos historias de vaqueros y forajidos!! Sólo faltaban los cactus y alguna víbora…


Vemos unas minas de sal, que están desde tiempos muy antiguos, parece ser que Aníbal ya las utilizaba para sacar sal y después se aprovecharon de ellas los romanos y siguen en explotación…
Seguimos subiendo por una cuesta muy empinada… mi hermana se enamora de las piedras de sal, son muy bonitas porque brillan mucho y coge un montón… tenemos la casa llena de estas blanquinosas piedras…
Como vamos ganando mucho en altura, empieza a hacer frío y viento… a lo lejos se divisa un escuadrón de gigantes en perfecta formación contra el viento… son los aerogeneradores…



Seguimos subiendo, al elevar la vista vemos unos buitres volando y otros aprovechando las térmicas para subir sin gran esfuerzo…
Al fin llegamos al pie de los enormes gigantes, son altísimos y cuando miras a sus hélices desde abajo, hay una ilusión óptica… parece que avancen y se vayan a caer encima de nosotros… pero en realidad, son las nubes en su telón de fondo, las que corren impulsadas por el viento…




Atravesamos el monte rodeado de aerogeneradores y llegamos a la Puntaza… a 626 metros de altura, así que hay unos 400 metros de desnivel, ya que Remolinos esta a poco más de 200 metros…
Las vistas desde este alto, nos deleitan… Se ven los Pirineos y el Moncayo llenos de nieve… el llano de las Cinco Villas… los bosquecillos de pinares que unen con Castejón de Valdejasa… y cielo y nubes… y más molinos…

En esta foto que estamos subidos al vértice geodésico de la Puntaza, se nota que hace un viento tremendo y mucho frío, mientras mi madre nos hace la foto, solo podemos reírnos de frío y miedo… ¡¡Recordemos que la risa siempre debe ir con nosotros!!...



Los aerogeneradores producen una energía limpia, pero también tienen algunos pequeños inconvenientes, como el ruido que provocan sus hélices al cortar el aire, la contaminación visual en el paisaje, el peligro que tienen las aves, al no poder calcular la velocidad y al no estar acostumbradas a ellos, muchas veces mueren al ser golpeadas por las aspas y el aceite que se utiliza para engrasarlos, hay que reciclarlo…
Pero estos aspectos negativos, pueden perdonarse si pensamos en que este medio de obtener energía, puede ayudarnos a evitar esa otra gran amenaza que es la contaminación y el Calentamiento Global…

Al verlos tan grandes y con tanto viento nos preguntamos ¿Es el aire el que los mueve o son ellos los que nos “ventolean” al moverse?



La tarde nos alcanza comiendo guarecidos al cobijo de una inmensa roca; las sombras suben por los barrancos como rabosas escurridizas… Con los prismáticos se vislumbran un puñado de pueblos que encienden sus iluminaciones y un inmenso animal gris que empieza con una osamenta blanca y arqueada… es Zaragoza y la nueva Estación Delicias…



Bajamos anocheciendo, con todas las cremalleras bien cerradas…



Hasta pronto amig@s!!