martes, 4 de noviembre de 2008

La Cola de Caballo (Parte III)

La Cola de Caballo (Parte III)

Por fin llegamos al gran circo… esta lleno de verde, pero ya no hay árboles debido a la altitud…






Estamos en presencia del lugar más característico de Ordesa… ante la más conocida “Cola de Caballo” parece la cola plateada de un unicornio…




Nos encontramos a 1787 m, hace frío y ventisquea… pero merece la pena haber llegado hasta aquí… ¡¡es tan espectacular!! Una cortina de agua continua en una pradera verde y… al fondo, el blanco Monte Perdido y las Tres Sorores, repletos, ambos, de fantásticas leyendas.






Son unos parajes muy tranquilos y preciosos…





Tras contemplar estos alucinantes y acogedores lugares, buscamos un sitio para comer… nos refugiamos debajo de una roca…





Vamos regresando… despidiéndonos de cada rinconcito…





En las épocas de nieve… hay aludes… pudimos contemplar como se queda el bosque después de estas fuertes avalanchas…





Hay lugares muy románticos… nunca me cansaría de mirarlos…





Espero volver pronto y disfrutar de nuevo, en este valle tan precioso…





La niebla poco a poco va apoderándose de las cumbres y laderas de Ordesa… regalándonos estas vistas…




Ahora desde mi cómodo rinconcito, en el ordenador, con calefacción y tomando mi café caliente, no puedo dejar de pensar en como la nieve y el hielo habrá tomado esos rincones, esos árboles, esos picos…. Y apretando la taza de café en mis manos brindo por Ordesa.



Hasta pronto querid@s amig@s!!


PD1: Muchas gracias por visitarme y comentarme, vosotros dais vida a este blog… os merecéis un regalo, así que a partir de ahora entregaré un premio al mejor comentarista (realizado por Fair Lady, gracias por permitirme su uso, linda :)) … lo publicaré al final de cada post, cuando haya publicado el siguiente. ¡¡SUERTE!!





Comentarista ganador del post anterior

La decisión siempre es difícil, puesto que todos los comentarios me hacen feliz…
Este premio se lo entrego a El Navegante, por su originalidad y porque apuesta por la naturaleza. Muchas gracias por tus agradables palabras.
Aquí esta su comentario, espero que os guste:


“¡Que paren las máquinas! ¡que cese el rugir de tuercas y engranajes! ¡que las chimeneas industriales sean silenciadas!

Escuchemos, pues, el sonido de la naturaleza...

¡Saludos!”
El Navegante