sábado, 30 de agosto de 2008

Morriña...

Morriña…

A Galicia volveré muchas veces… pero esta ha sido la primera vez y me ha impresionado mucho… es preciosa, encantadora… al igual que sus habitantes, tan dulces y cariñosos… una lástima tener que regresar a la rutina…
No dejo de recordar todos aquellos "Raticos Inolvidables" que pasamos… las Islas Cies, La Ría de Arousa y sus ricos mejillones, las tranquilas playas con su cambiante marea…




el inolvidable paseo por Santa Tecla y la desembocadura del Miño, los bonitos y emocionantes paseos en catamarán...




el misterioso poblado celta, el original museo de La Pinta...




la curiosa Virgen de la Roca, los coloridos y románticos atardeceres, los raticos en la biblioteca…




la impresionante y preciosa Fortaleza de Baiona, las excursiones a Monteferro, la visita a La Isla de la Toja…



y por supuesto la emotiva despedida que organizo la residencia en la que pasábamos las vacaciones. Tuvo el bonito y entrañable detalle de deleitarnos con un grupo folklórico, vistiendo los trajes típicos de Galicia y tocando los tambores y… su instrumento favorito… la gaita… para acompañar a las muñeiras…



Mientras disfrutábamos de sus agradables actuaciones, llenas de saltos… al son de las gaitas celtas…



Nos dierón a probar una de sus bebidas típicas… la “queimada” hecha con ron, granos de café, azúcar y limón… una mezcla que resultaba deliciosa…




Bailaban con zuecos… cuando interpretaban la siega… y descalzos para simular la recogida de pescado en la mar…



Para finalizar la fiesta entonaron el “himno galego”:


Os Pinos

¿Qué din os rumorosos
na costa verdecente
ao raio transparente
do prácido luar?
¿Qué din as altas copas
de escuro arume arpado
co seu ben compasado
monótono fungar?



Se acabo la fiesta… la música… la bebida… las vacaciones… los post de Galicia… pero nunca olvidare los maravillosos lugares, las amistades… todos esos “Raticos Inolvidables” que con tanto cariño guardo en mi corazón…



Me gusta mucho como expresa el sentimiento de la morriña el autor, Francisco Grandmontagne, en Paisajes de España, con sus hermosas palabras me despido:

“Solo conociendo este paisaje, en que la tierra y el mar se han concertado en un alarde de suprema hermosura, es posible explicarse esa profunda melancolía nostálgica que en el destierro se apodera del espíritu gallego, aflicción desoladora que tiene ya nombre universal: morriña”.

Nunca te olvidaré, preciosa Galicia… hasta la vista!!





Hasta pronto amig@s!!