Erase
que se era un maratón de cuentos que se realizaba en una biblioteca del barrio
de San José… todo en su interior eran sonrisas, amabilidad, cariño, cuentos y
muchos cuentistas y más aplausos…
Y tras
la amable presentación de Mario, allí me hallaba yo, rodeada de artistas de la
palabra y de muchas amigas y amigos...
Mi
cuento trataba de “Una pareja pobre y humilde. Ella hilaba a la puerta de su
choza pensando en su marido. Todo el que pasaba se quedaba prendado de la
belleza de su cabello negro, largo, como hebras brillantes salidas de su rueca.
Él iba cada día al mercado a vender algunas frutas. A la sombra de un árbol se
sentaba a esperar, sujetando entre los dientes una pipa vacía. No le llegaba el
dinero para comprar un pellizco de tabaco.”
¿Qué?...
queréis saber como termina… ¡pues haber venido esta tarde! O decirmelo y
quedamos un día de verano a la sombra de un Sicomoro y os lo cuento…
Desde
aquí quiero agradecer a Albano Hernández, su invitación a participar en esta
estupenda maratón de cuentos… a todo su equipo de la biblioteca y el centro cívico
por su atención, amabilidad y buena acogida… ¡Ha sido una tarde de rechupete!
Gracias a todos por venir y disfrutar juntos de este “Ratico Inolvidable”.
Y
Gracias a mis queridísimos compañeros del “Rincón del Romántico” que me han
ofrecido desde sus cuentos hasta su apoyo y aplausos en esta tarde tan
entrañable y llena de magia…
Y
colorin colorado este cuento se ha acabado…
Hasta prontito!!
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