viernes, 10 de agosto de 2012

Una noche de estrellas…



Con las mochilas llenas de emoción y los corazones cargados de ilusión emprendemos el camino hacía la aventura… caminamos por sendas que cruzan verdes arboledas, pequeños riachuelos, pueblos abandonados…


admiramos cada rincón… mientras, el sol nos sonríe desde las alturas y los pajarillos llenan el ambiente de curiosos cantos… estamos todos tan emocionados que entre alegres comentarios y con buena armonía vamos avanzando… y es que no hay nada como ir a la montaña con unas personas tan agradables, cercanas y siempre dispuestas a ayudarnos en las dificultades… los lazos de amor y amistad en las situaciones difíciles se reafirman… gracias por convertir cada experiencia en un ratico inolvidable…


Aunque quizá muchos no nos entiendan… hoy hemos decidido ir a dormir, por primera vez para algunos, sin tienda… sólo con nuestro saco… para probar el equipo y nuestro aguante… a un lugar precioso, tranquilo y místico, que seguro conocéis… donde se encuentra el primer románico aragonés… en efecto, a la ermita de la Virgen de Iguacel…


Me emociono al recordar la primera vez que visite este lugar…  Ya hace años…
Tras recorrer y admirar el exterior de la ermita, y cuando la tarde comienza a caer, leemos la leyenda “El Beso” de nuestro querido amigo Bécquer… ah! Si sus ojos hubieran visto Iguacel… ¿Qué sentimientos se hubieran apoderado de su sensible y romántico corazón?... ¿Qué poema, leyenda o dibujo le hubiera inspirado este mágico lugar?...


Atrapados por sus palabras, la noche nos acecha… es hora de cenar y de celebrar que hemos llegado, brindamos con cava por haber cumplido nuestro sueño…


preparamos el campamento para pasar la noche… la Luna esta llena, las estrellas brillan en el oscuro cielo… a derecha e izquierda nos amenazan rayos, truenos y relámpagos… pero en Iguacel se respira tranquilidad… ¿Cuánto durará?...


A media noche comienza a gotear, nos refugiamos en un pequeño cobertizo-comedor, y al momento, nos envuelve una gran tormenta… rayos, relámpagos, truenos, volturnos y agua… mucha agua… pero conseguimos adaptarnos a las circunstancias y descansamos a raticos…


Ha sido una experiencia que nunca olvidare, la noche de tormenta fue más que emocionante, inesperada pero con encanto.

Pronto os contaré el regreso!!

PD1: Muchas gracias por visitarme y comentarme, vosotros dais vida a este blog… os merecéis un regalo, así que a partir de ahora entregaré un premio al mejor comentarista (realizado por Fair Lady, gracias por permitirme su uso, linda :))… lo publicaré al final de cada post, cuando haya publicado el siguiente. ¡¡SUERTE!!



Comentarista ganador del post anterior:

Gracias por vuestra agradable visita, me encantan vuestras simpáticas, dulces y cariñosas palabras… han sido todos vuestros comentarios preciosos… mil gracias por acompañarme…
El premio es… para mi querido amigo asturiano, Boris. Gracias por visitarme, siempre es un placer encontrarte entre mis raticos inolvidables!! Feliz verano!
Siempre me animan a seguir compartiendo “on line” estos “Raticos Inolvidables”… me quedan tantos por contar!!!!!!!
Aquí tenéis su comentario, espero que os guste:

“Tu hermano creo que escogió una buena carrera y ahora da casi hasta envidia (sana) lo bien que se lo debe pasar en la excavación, para un apasionado de la historia debe de ser lo máximo.

El libro seguro que esta muy bien, tienes razón Eva más lectura y menos tele y sobre todo en verano, hay mucho que ver y la gente no lo valora,
Boris”




3 comentarios:

Unknown dijo...

Precioso...
Vuestras aventuras son puros PUROS cuentos llenos de enseñanza, emoción, VIDA...
Es hermoso


No dudes en compartirlo, con tu blog, con tus poemas, con tus dibujos, con tus fotos... son la semilla de nuevos caminos para un mundo que se despereza y despierta de un largo letargo.
QUEDA SIEMPRE ESPERANZA

Anónimo dijo...

Me he emocionado al leer acerca de ese momento en el que los fragmentos de Bécquer cobraron vida en medio de ese lugar tan precioso. Qué lástima que al final os sorprendiese la tormenta en medio de la noche, espero que a pesar de todo pudiéseis atrapar alguna estrella fugaz. Con un poquito de suerte quizás esta noche juegue a unir las constelaciones del cielo dejándome sorprender por ese momento efímero en el que alguna lágrima surque el cielo despertando sueños e ilusiones en forma de deseo. Un abrazo. Eduardo

Boris dijo...

Una noche inolvidable sin duda, se que habrá gente que no os entienda pero es que ya sabes como es la gente, no valoran la naturaleza que nos rodea y prefieren y estar hacer siempre las mismas cosas.
Me habría prestado mucho hacer algo así pero no tengo un grupo de amigos que les gustase esta aventura :( Siento envidia pero sana eh? jeje