lunes, 5 de marzo de 2018

Aguarales… ¿Aragón?




Amenazados por una ola de frío y lluvias, decidimos escaparnos de la tediosa rutina a la que nos acostumbra la ciudad y sus comodidades… adentrándonos en las profundidades de nuestra madre tierra…


Dejamos la pereza invernal de los osos y nos dirigimos a ese lugar lleno de recónditos rincones misteriosos y un tanto mágicos… y alejado de las lluvias y ese frío tan anunciado…



Con gran admiración vamos recorriendo las esculturas naturales que se han ido formando por la erosión del viento y del agua… Desde la cofa divisamos un espectacular paisaje confeccionado de preciosas formaciones terrestres…



También nos sumergimos en otras dimensiones… poco a poco nos adentramos en una cueva por debajo del suelo… ¡Qué divertido es perderse en estos misteriosos lugares! ¡Y llenarse de tierra!



¡Y encontrar otras salidas! ¡y sentir la fuerza de la naturaleza! ¡y la sencillez de la vida! ¡y disfrutar de la compañía de familia y amigos!



Cada rincón es digno de ser apreciado… como si de un museo se tratara…



El imponente cielo se rinde a nuestros pies… y nos acompaña en esta aventura, en este ratico inolvidable de principios del 2018… como si esperase nuestra vuelta a la ciudad para soltar miles de gotas… y así es…



Desde muy pequeña, mi corazón se emociona con cada salida a la montaña, a la naturaleza, a la vida… con cada ratico inolvidable vivido con mi familia… y que al compartirlo con todxs vosotrxs, queridxs lectorxs, lo revivo, una vez más, ya inmersa en la rutina de la ciudad…

Hasta prontito!!


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